Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA MAR 05 DE 2022

PAN DE PALABRA SÁBADO

 

PRIMERA LECTURA. Del libro de Isaías 58, 9b-14

Esto dice el Señor: “Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te dará reposo permanente; en el desierto saciará tu hambre y dará vigor a tu cuerpo; serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas aguas no se agotan. Construirás sobre tus viejas ruinas y edificarás sobre cimientos muy antiguos; te llamarán reparador de brechas y restaurador de hogares destruidos. Si detienes tus pasos para no violar el sábado y no tratas tus negocios en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te haré gustar la herencia de tu padre Jacob”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 85  –  R/. Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.

  • Presta, Señor, oídos a mi súplica, pues soy un pobre, lleno de desdichas. Protégeme, Señor, porque te amo; salva a tu servidor, que en ti confía. R/.
  • Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el día, y ya que a ti, Señor, levanto el alma, llena a este siervo tuyo de alegría. R/.
  • Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Lucas 5, 27-32

En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su despacho de recaudador de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su casa un gran banquete en honor de Jesús, y estaban a la mesa, con ellos, un gran número de publicanos y otras personas. Los fariseos y los escribas criticaban por eso a los discípulos, diciéndoles: “¿Por qué comen y beben con publicanos y pecadores?”. Jesús les respondió: “No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan”. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: El evangelio de hoy contrapone la actitud abierta de Jesús, que en la persona del publicano Leví –el futuro apóstol Mateo– llama a los pecadores a la conversión, y la actitud discriminatoria y autosuficiente de los fariseos y letrados, que viven satisfechos de sí mismos y de su puritanismo legal, aunque esté vacío de espíritu. Para ellos suponía un escándalo la participación de Jesús y sus discípulos en el banquete que el recién convertido Mateo organiza con la asistencia de compañeros suyos. Jesús les replica: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan”

 

La misericordia de Dios. A lo largo de todo su mensaje, Jesús dibujó vigorosamente una clara imagen del Dios de la misericordia. La contraposición de misericordia y sacrificios en el texto evangélico que nos ocupa no es un dilema excluyente, aunque así parezca sonar ese modo enfático de hablar en antítesis, propio de la mentalidad y expresión semitas. Si se prima la misericordia, no se rechaza el sacrificio; si se interioriza la relación con Dios, no se patrocina una religión sin culto. Pues no se condena la manifestación cultual y religiosa en sí misma, sino cuando va divorciada de una actitud interior y de una conducta consecuente. Lo que Dios reprueba es el culto vacío de espíritu, de verdad y de vida.

 

El mismo sentido, no exclusivo sino preferencial, hay que dar a la frase evangélica en labios de Jesús: “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Efectivamente, Cristo llamó a su lado como apóstol al publicano Leví, después Mateo, que era un pecador público, declarado oficialmente como tal por los maestros de la ortodoxia judía y por el sentir del pueblo llano, debido a su profesión. Los publicanos colaboraban con la potencia extranjera de ocupación cobrando impuestos para los romanos; es decir, eran ladrones con credencial para la explotación, el soborno y el cohecho, pues ahí radicaba su margen de ganancia. Sin embargo, también llamó el Señor a los restantes apóstoles, que eran personas normales, del montón, ni mejores ni peores que los demás.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Somos conscientes de que nuestros compromisos religiosos son inseparables de nuestros compromisos de justicia y caridad con nuestros hermanos?

 

ORACIÓN: Quiero mejorar en esta Cuaresma, quiero seguirte con absoluta disponibilidad y alegría. Ábreme, Señor, los ojos y enséñame el camino para que siga tu verdad. Amén.

Compartir:

Share on facebook
Share on twitter
Share on pinterest
Share on whatsapp

Ingresa tu búsqueda

Lecturas recientes

También te recomendamos: