Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA MAR 10 DE 2022

PAN DE PALABRA JUEVES

 

PRIMERA LECTURA. Del libro de Ester 14, 1.3-5.12-14

En aquellos días, la reina Ester, ante el mortal peligro que amenazaba a su pueblo, buscó refugio en el Señor y se postró en tierra con sus esclavas, desde la mañana hasta el atardecer. Entonces suplicó al Señor, diciendo: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, ¡bendito seas! Protégeme, porque estoy sola y no tengo más defensor que tú, Señor, y voy a jugarme la vida. Señor, yo sé, por los libros que nos dejaron nuestros padres, que tú siempre salvas a los que te son fieles. Ayúdame ahora a mí, porque no tengo a nadie más que a ti, Señor y Dios mío. Ayúdame, Señor, pues estoy desamparada. Pon en mis labios palabras acertadas, cuando esté en presencia del león y haz que yo le agrade, para que su corazón se vuelva en contra de nuestro enemigo, para ruina de este y de sus cómplices. Con tu poder, Señor, líbranos de nuestros enemigos. Convierte nuestro llanto en alegría y haz que nuestros sufrimientos nos obtengan la vida”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 137  –  R/. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor

  • Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. R/.
  • Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera tu fama. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R/.
  • Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre. ¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo, si este le pide pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuánta mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan. Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resume la ley y los profetas”. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: Sobre la oración habla también Jesús en el evangelio de hoy: “Pidan y se les dará…, porque quien pide recibe… Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden?”. La eficacia de la oración tiene su causa, más que en nuestra insistencia, en la bondad paternal de Dios. Si un padre no engaña a su hijo cuando le pide algo, sino que le da el pan y el pescado deseados, cuánto más Dios. Él da a todo el que le pide con fe y confianza perseverante, porque nos ama más y mejor que un padre o una madre, mucho más de lo que podemos imaginar.

 

Jesús afirmará después en su discurso de despedida de los discípulos: “Yo les aseguro: Si piden algo al Padre en mi nombre, se lo dará… Pidan y recibirán… Aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que yo rogaré al Padre por ustedes, pues el Padre mismo los quiere”.

 

Necesidad vital. La oración ha de ser el clima habitual de quien se sabe hijo de Dios y llamado a la santidad evangélica. Saber rezar no es difícil; basta hablar con Dios como un padre y un amigo. No hay cristiano, no hay apóstol, no hay testigo sin oración personal y comunitaria. Todos los grandes santos y espirituales de todos los tiempos han sido cristianos de mucha oración. Así fueron capaces de captar el misterio de lo indecible para transmitirlo y testimoniarlo después a los demás, una vez reafirmados en su identidad cristiana.

 

Se dice que hoy hay crisis de oración entre los cristianos; que se reza poco y que se ora mal cuando se hace. Otros denuncian que los que oran se desentienden del mundo y que, en cambio, los que quieren revolucionarlo no rezan. Eso explicaría la ineficacia de unos y de otros. El ejemplo de Jesús, en perfecto equilibrio y unión entre oración y acción, es una lección evidente para cuantos lo seguimos.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Qué tanto espacio e interés damos a la oración en nuestra vida cristiana? ¿La vivimos como el cumplimiento de un precepto, o como una necesidad que nace de nuestro amor a Dios?

 

ORACIÓN: Gracias Padre porque el Espíritu que pedimos suple nuestra ignorancia y ora dentro de nosotros, dándonos la audacia de la fe y la confianza de hijos. Amén.

Compartir:

Share on facebook
Share on twitter
Share on pinterest
Share on whatsapp

Ingresa tu búsqueda

Lecturas recientes

También te recomendamos: