Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA ENE 11 DE 2022

PAN DE PALABRA MARTES.

 

PRIMERA LECTURA. Del Primer libro de Samuel 1, 9-20

En aquellos días, después de la comida en Siló, mientras el sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la puerta del templo, Ana se levantó y, con el alma llena de amargura, se puso a rezar al Señor, llorando sin consuelo. Y añadió esta promesa: “Señor de los ejércitos, si te fijas en la humillación de tu sierva y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu sierva y le das a tu sierva un hijo varón, se lo entrego al Señor de por vida, y no pasará la navaja por su cabeza”. Mientras ella rezaba y rezaba al Señor, Elí observaba sus labios. Y, como Ana hablaba para sí, y no se oía su voz aunque movía los labios, Elí la creyó borracha y le dijo: “¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? A ver si se te pasa el efecto del vino”. Ana respondió: “No es así, Señor. Soy una mujer que sufre. No he bebido vino ni licor, estaba desahogándome ante el Señor. No creas que esta sierva tuya es una descarada; si he estado hablando hasta ahora, ha sido de pura congoja y aflicción”. Entonces Elí le dijo: “Vete en paz. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido”. Ana respondió: “Que puedas favorecer siempre a esta sierva tuya.” Luego se fue por su camino, comió, y no parecía la de antes. A la mañana siguiente madrugaron, adoraron al Señor y se volvieron. Llegados a su casa de Ramá, Elcaná se unió a su mujer Ana, y el Señor se acordó de ella. Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso de nombre Samuel, diciendo: “Al Señor se lo pedí”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. 1 Samuel 2  –  R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador

  • Mi corazón se regocija por el Señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación. R/.
  • Se rompen los arcos de los valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía. R/.
  • El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece. R/.
  • Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Marcos 1, 21-28

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaúm, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios”. Jesús lo increpó: “Cállate y sal de él”. El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte salió. Todos se preguntaron estupefactos: “¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos los manda y lo obedecen”. Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: El evangelista Marcos, en la primera parte de su evangelio, muestra con frecuencia a Jesús enseñando al pueblo y a sus discípulos el secreto del Reino a base de parábolas. Pero es sobre todo en la segunda parte de su relato donde detalla el contenido de esa enseñanza sobre el Reino con temas como el mesías paciente, el mandamiento principal, el hijo de David, el matrimonio indisoluble, la levadura de los fariseos, la escatología, etc.

 

Marcos relaciona más estrechamente la actividad docente del Señor con su autorrevelación como mesías e Hijo de Dios. ¿Cómo? A base de conectar la enseñanza de Jesús con sus milagros, cuya abundante narración viene a apoyar la palabra del maestro. Ambos aspectos, mensaje y obras, ponen de manifiesto la autoridad superior y el poder mesiánico de Jesús, revelando su persona divina.

 

Este es el caso del texto evangélico de hoy. A la enseñanza de Jesús sigue la curación de un poseso en la misma sinagoga de Cafarnaún. Es el primero de los milagros de Cristo, según la tradición sinóptica. Era una manera fehaciente de mostrar su autoridad, incluso sobre los demonios, a quienes la mentalidad judía atribuía las enfermedades mentales, como la epilepsia y la esquizofrenia. Poner término a ese dominio diabólico es obra del poder de Dios que reside en Jesús de Nazaret.

 

Jesús en su enseñanza y sus obras demuestra una autoridad diferente, porque no se basa en la fuerza, sino en el carisma. Cuando en más de una ocasión sus enemigos le increpaban: ¿Con qué autoridad haces esto?, Él se remitía precisamente al testimonio de sus obras. Ellas probaban sobradamente su identidad mesiánica, que sus adversarios no querían reconocer, cegados por la idea de un mesías poderoso.

 

Pero estas obras a las que Cristo se remite no son actos de fuerza avasalladora, sino servicio humilde a la liberación de los pobres, los enfermos y los esclavos del pecado. Aquí radica la grandeza de quien vino a servir y a salvar lo perdido. Eso es lo que le hace “profeta poderoso en obras y palabras”, como reconocen los discípulos de Emaús.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Hemos llegado a ser conscientes de la grandeza de nuestra dignidad como personas y como hijos de Dios? ¿Estamos dispuestos a respetar y defender los derechos humanos?

 

ORACIÓN: Señor, que el anuncio liberador del Reino llene de luz nuestro mundo y vivamos en plenitud, libertad y esperanza segura. Amén.

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