Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA MAR 18 DE 2022

PAN DE PALABRA VIERNES.

 

PRIMERA LECTURA. Del libro del Génesis 37, 3-4.12-13a.17b-28

Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron a odiarlo, al grado de negarle la palabra. Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquén los rebaños de su padre, Jacob le dijo a José: “Tus hermanos apacientan mis rebaños en Siquén. Te voy a enviar allá”. José fue entonces en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él para matarlo y se decían unos a otros: “Ahí viene ese soñador. Démosle muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños”. Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos, diciendo: “No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las manos”. Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre. Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, estos lo despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron a comer y, levantando los ojos, vieron a lo lejos una caravana de ismaelitas, que venía de Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas, bálsamo y láudano, y se dirigían a Egipto. Judá dijo entonces a sus hermanos: “¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas y no mancharemos nuestras manos. Después de todo, es nuestro hermano y de nuestra misma sangre”. Y sus hermanos le hicieron caso. Sacaron a José del pozo y se lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 104  –  R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor

  • Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó con todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a José, vendido como esclavo. R/.
  • Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra. R/.
  • El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró, lo nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43.45-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: “Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero estos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo. Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: ‘A mi hijo lo respetarán’. Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia’. Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron. Ahora díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?” Ellos le respondieron: “Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo”. Entonces Jesús les dijo: “¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable? Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos”. Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: La parábola evangélica de hoy muestra también la mala voluntad de unos labradores que por avaricia matan al hijo del dueño de la viña, hijo en quien está figurado Cristo. La línea narrativa de la parábola es clara por sí misma. Tratando de señalar quién-es-quién en la parábola, resulta evidente que la viña es Israel; el dueño, Dios; los arrendatarios, los jefes del pueblo judío; los criados, los profetas; el hijo muerto, Cristo Jesús, y el castigo de justicia, además de la destrucción de Jerusalén y del templo, la entrega de la viña a otros, es decir, la admisión de las naciones paganas en el Reino de Dios.

 

La reacción de los sumos sacerdotes y de los fariseos muestra ya en acción lo que Jesús preanuncia en parábola: “Comprendieron que hablaba de ellos; y aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta”. A medida que avanzamos hacia la Pascua, va adquiriendo relieve el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre.

 

La parábola de los viñadores homicidas es un compendio de la historia de la salvación humana por Dios, desde su alianza con el pueblo elegido, Israel, hasta la fundación de la Iglesia por Jesús como nuevo pueblo de Dios, pasando por los profetas y Cristo mismo, que anunció el Reino de Dios y fue constituido piedra angular de todo el plan salvador, mediante su misterio pascual de muerte y resurrección.

 

En su reflexión pascual la comunidad cristiana primitiva entendió la parábola como una advertencia de Cristo también para ella misma. Se trata de una invitación del Señor a dar frutos según Dios, puesto que se nos ha confiado la viña, el Reino, para un servicio fiel y fecundo. La fe, el culto y la oración han de plasmarse en frutos para no frustrar las esperanzas que el Señor ha puesto en nosotros en esta hora del mundo, tiempo de vendimia, sazón y cosecha de Dios.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Qué estamos haciendo en concreto para que no se repita la historia de José ni la entrega fratricida de Jesús en nuestro mundo de hoy?

 

ORACIÓN: Gracias, Señor, porque tu amor hace de nosotros la viña que tú cuidas desde siempre con ternura; con tu savia queremos producir frutos de vida. Amén.

Compartir:

Share on facebook
Share on twitter
Share on pinterest
Share on whatsapp

Ingresa tu búsqueda

Lecturas recientes

También te recomendamos: