Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA JUN 27 DE 2022

PAN DE PALABRA LUNES

 

PRIMERA LECTURA. De la profecía de Amós 2, 6-10.13-16

Así dice el Señor: “A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente. Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios. Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo los saqué de Egipto, los conduje por el desierto cuarenta años, para que conquistaran el país amorreo. Pues miren, yo los aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la vida; el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día”. Oráculo del Señor. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 49  –  R/. Atención, los que olvidan a Dios.

  • “¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos?”. R/.
  • “Cuando ves un ladrón, corres con él; te mezclas con los adúlteros; sueltas tu lengua para el mal, tu boca urde el engaño”. R/.
  • “Te sientas a hablar contra tu hermano, deshonras al hijo de tu madre; esto haces, ¿y me voy a callar? ¿Crees que soy como tú? Te acusaré, te lo echaré en cara”. R/.
  • “Atención, los que olvidan a Dios, no sea que los destroce sin remedio. El que me ofrece acción de gracias, ese me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios”. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 8, 18-22

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla. Se le acercó un escriba y le dijo: “Maestro, te seguiré a donde vayas”. Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Otro, que era discípulo, le dijo: “Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre”. Jesús le replicó: “Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos”. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: El evangelio de hoy evidencia que el seguimiento de Cristo tiene un precio. Ser discípulo suyo no queda en aceptar su doctrina; supone la participación en su vida y la comunión en su destino de sufrimiento y de gozo. La radicalidad del lenguaje de Jesús en los dos encuentros de vocación quiere acentuar la urgencia del Reino como referencia básica de la invitación a su seguimiento. Toda vida es vocación y llamada personal de Dios: a la vida y a existir como personas, a la fe y a la filiación divina, a la santidad y a la Iglesia, al amor, la libertad y la esperanza definitiva. El seguimiento de Cristo es la gran vocación al discipulado, que comprende todos estos dones y llamadas.

 

La respuesta afirmativa a la invitación de Jesús a seguirlo es la clave que nos abre el secreto del Reino de Dios, inaugurado en la persona de Cristo, y nos introduce en su estilo de vida, en su misión y en su destino. El seguimiento es mucho más rico, exigente y comprometedor que la simple imitación de Cristo. Lo peculiar del seguimiento es tener los mismos sentimientos que Jesús tenía y asimilar como nuestros los criterios y actitudes que animaron su vida y conducta: servicio al Reino de Dios y misión de amor liberador para todos, especialmente para los pobres, al ritmo de las bienaventuranzas.

 

El destino de Jesús, razón suprema de su vida y misión, culmina en su misterio pascual, es decir, en su paso a través de la cruz y de la muerte a la resurrección y la glorificación como Señor de la historia y del cosmos. El discípulo que sigue a Cristo en la primera etapa, además de confirmar la autenticidad de su seguimiento, tiene la garantía de vivir con Jesús también el segundo tiempo glorioso de su destino: resurrección y vida.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Somos sensibles a las necesidades y sufrimientos de los más pobres y oprimidos de la sociedad, sabiendo que Dios mismo representa su causa?

 

ORACIÓN: Permítenos, Señor Jesús, caminar a tu lado sin que perdamos el paso hasta la meta pascual definitiva, y fortalécenos con el fuego de tu Espíritu. Amén.

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