Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA JUN 25 DE 2022

PAN DE PALABRA SÁBADO. NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA

 

PRIMERA LECTURA. Del libro del profeta Isaías 49, 1-6

Escúchenme, islas; atiendan, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: “Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso”. Mientras yo pensaba: “En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas”, en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel –tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza–: “Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 138

R/. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente.

  • Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.
  • Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras; conocías hasta el fondo de mi alma. R/.
  • No desconocías mis huesos, cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R/.

 

SEGUNDA LECTURA: Del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 22-26

En aquellos días, dijo Pablo: “Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: ‘Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos’. Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: ‘Yo no soy quien piensan; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias’. Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que temen a Dios: a ustedes se les ha enviado este mensaje de salvación”. Palabra de Dios.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Lucas 1, 57-66.80 Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: “¡No! Se va a llamar Juan”. Le replicaron: “Ninguno de tus parientes se llama así”. Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: “Juan es su nombre”. Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: “¿Qué va a ser este niño?”. Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: El evangelio de la solemnidad del nacimiento de san Juan Bautista, forma parte de los así llamados relatos de la infancia de Jesús. De modo particular, este texto sigue a la escena de la visita de María “a la casa de Zacarías” después de la anunciación del ángel mensajero de la nueva creación. La anunciación, de hecho, inaugura gozosamente el cumplimiento de las promesas de Dios a su pueblo. El gozo de los tiempos nuevos, que ha llenado a María, inunda ahora el corazón de Isabel. Ella goza por el anuncio traído por María. Ella, por su parte, “proclama las grandezas del Señor”, porque el Poderoso ha hecho cosas grandes en ella, como también ha obrado grandes prodigios por su pueblo necesitado de salvación.

 

El nacimiento de Juan Bautista estrena este tiempo de salvación. Él, de hecho, ante la llegada del Mesías, se alegra y salta de gozo en el vientre de Isabel su madre. Más tarde él se definirá a sí mismo como el amigo del Esposo (Jesús), que se alegra y goza con la llegada de las bodas con su esposa, la Iglesia. Juan es el precursor de Cristo. Ya desde su nacimiento e infancia, él apunta a Cristo. “¿Quién será este niño?”. Él es “la voz que grita en el desierto”), animando a todos a preparar los caminos del Señor. No es él el Mesías, pero lo indica con su predicación y, sobre todo, con su estilo de vida ascética en el desierto. Él, entre tanto, “crecía y se fortificaba en el espíritu. Vivió en regiones desérticas hasta el día de su manifestación a Israel”.

 

Juan es modelo para quien se dedica a preparar los caminos al Señor. Juan presenta a Jesús a los demás, como quien presenta a un amigo. Y se retira, cuando ya cada uno ha entrado en relación personal con Jesús el Mesías. Esta es la actitud de todo evangelizador: dejar que crezca Dios en el corazón de los otros sin interferencias personales.

 

PARA REFLEXIONAR: La Iglesia ha visto siempre en Juan Bautista su figura. Él es aquel que prepara el camino del Señor. ¿Tiene esto alguna importancia para nuestra vida cotidiana?

 

ORACIÓN: Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Amén.

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