Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA JUN 06 DE 2022

PAN DE PALABRA LUNES. BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA

 

PRIMERA LECTURA. Del libro del Génesis 3, 9-15.20

Después que Adán y Eva comieron del fruto prohibido, llamó el Señor Dios a Adán y le preguntó dónde estaba. Él contestó: “Te sentí venir por el jardín y me dio miedo, porque estoy desnudo. Por eso me escondí”. Dios le preguntó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Será que comiste del fruto del árbol del que te prohibí comer?’”. El hombre respondió: “La mujer que tú me diste para que me acompañara fue la que me dio de ese árbol, y yo comí”. El Señor Dios le preguntó a la mujer: “¿Qué fue lo que hiciste?”. La mujer respondió: “La serpiente me engañó, y comí”. Entonces le dijo el Señor Dios a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los animales, domésticos y salvajes. Caminarás arrastrándote y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la de ella. La descendencia de la mujer te herirá en la cabeza, cuando tú la hieras en el talón”. El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los vivientes. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 86  –  R/. Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios.

  • Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sion a todas las moradas de Jacob. R/.
  • Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios. Se dirá de Sion: “Uno por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado”. R/.
  • El Señor escribirá en el registro de los pueblos: “Este ha nacido allí”. Y cantarán mientras danzan: “Todas mis fuentes están en ti”. R/

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Juan 19, 25-34

En aquel tiempo junto a la cruz de Jesús estaban también su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena. Al ver a su madre y cerca de ella al discípulo que Él tanto amaba, Jesús le dijo: “Mujer, este es tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Esta es tu madre”. Y desde aquel momento el discípulo la recibió como su propia madre. Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final, Jesús dijo: “Tengo sed”. Había allí una vasija llena de vinagre; empaparon, pues, una esponja, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Después de beber el vinagre, dijo Jesús: “Todo está cumplido”. E inclinando la cabeza, entregó su espíritu. Como era víspera del sábado, los judíos le pidieron a Pilato que mandara quebrar las piernas de los crucificados y retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz hasta el día siguiente, que era un sábado muy solemne. Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Pero cuando llegaron a Él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y enseguida brotó sangre y agua. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: El cuarto evangelio especifica que estos discípulos “estaban junto a la cruz”. Un detalle este de profundo significado. Solo el cuarto evangelio narra que estas cinco personas estaban junto a la cruz. Los otros evangelistas no especifican.  Los evangelios sinópticos no lo mencionan. Por ejemplo, Lucas narra que todos sus conocidos se mantenían a distancia. Mateo, por su parte, comenta que muchas mujeres miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. Al igual que Mateo, Marcos no menciona los nombres de aquellos que observaban la muerte de Jesús desde lejos. Así que solo el cuarto evangelio dice que la madre de Jesús, otras mujeres y el discípulo amado estaban “junto a la cruz”. Se quedaron allí como sirvientes ante su rey.

 

Las palabras de la Virgen son palabras de madre. Y lo son todas: después de aquellas, al principio, de disponibilidad a la voluntad de Dios y de alabanza a Dios en el Magníficat, todas las palabras de la Virgen son palabras de madre. María es madre desde el principio, desde el momento en el que aparece en los Evangelios, desde el momento de la Anunciación hasta el final, ella es madre. De ella no se dice “la señora” o “la viuda de José” –y en realidad podían decirlo– sino que siempre María “es madre”.

 

Los padres de la Iglesia han entendido bien esto y han entendido también que la maternidad de María no termina en ella; va más allá. También los padres dicen que María es madre, la Iglesia es madre y tu alma es madre: hay femenino en la Iglesia, que es maternal. Por eso, la Iglesia es femenina porque es “iglesia”, “esposa”: es femenina y es madre, da a luz.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Qué actitudes concretas debería tener la Iglesia con respecto a María como madre?

 

ORACIÓN: Te pedimos, Padre, por intercesión de María, Madre de la Iglesia, que la celebración de su memoria nos ayude a recordar que el crecimiento de la vida cristiana debe fundamentarse en el misterio de la Cruz. Amén.

Compartir:

Share on facebook
Share on twitter
Share on pinterest
Share on whatsapp

Ingresa tu búsqueda

Lecturas recientes

También te recomendamos: