Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA JUL 19 DE 2024

PAN DE PALABRA VIERNES

PRIMERA LECTURA. Del libro de Isaías 38, 1-6.21-22.7-8
En aquellos días, el rey Ezequías enfermó mortalmente. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: “Esto dice el Señor: ‘Pon orden en tu casa, porque vas a morir y no vivirás’”. Ezequías volvió la cara a la pared y oró al Señor: “¡Ah, Señor!, recuerda que he caminado ante ti con sinceridad y corazón íntegro; que he hecho lo que era recto a tus ojos”. Y el rey se deshizo en lágrimas. Le llegó a Isaías una palabra del Señor en estos términos: “Ve y di a Ezequías: ‘Esto dice el Señor, el Dios de tu padre David: He escuchado tu plegaria y visto tus lágrimas. Añadiré otros quince años a tu vida y te libraré, a ti y a esta ciudad, de la mano del rey de Asiria y extenderé mi protección sobre esta ciudad’”. Isaías dijo: “Que traigan un emplasto de higos y lo apliquen a la llaga para que se cure”. Ezequías dijo: “¿Cuál es la prueba de que podré subir a la casa del Señor?”. Respondió Isaías: “La señal que el Señor te envía de que cumplirá lo prometido será esta: Haré retroceder diez gradas la sombra en la escalera de Ajaz, que se había alargado por efecto del sol”. Y el sol retrocedió las diez gradas que había avanzado sobre la escalera. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL. Isaías 38 – R. Tú, Señor, detuviste mi alma para que no pereciese.
• Yo pensé: “En medio de mis días tengo que marchar hacia las puertas del abismo; me privan del resto de mis años”. R/.
• Yo pensé: “Ya no veré más al Señor en la tierra de los vivos, ya no miraré a los hombres entre los habitantes del mundo”. R/.
• Levantan y enrollan mi vida como una tienda de pastores. Como un tejedor, devanaba yo mi vida, y me cortan la trama. R/.
• Los que Dios protege viven, y entre ellos vivirá mi espíritu; me has curado, me has hecho revivir. R/.

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 12, 1-8
En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: “Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado”. Les replicó: “¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino solo a los sacerdotes. ¿Y no han leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues les digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendieran lo que significa ‘quiero misericordia y no sacrificio’, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es Señor del sábado”. Palabra del Señor.

PARA MEDITAR: Los discípulos de Jesús tenemos escuela propia donde aprender el sentido profundo del sábado: el Maestro, su enseñanza, su forma de argumentar con la palabra de Dios a la hora de defender que la alimentación, el desplazamiento en el espacio, como todas las necesidades fisiológicas y espirituales se satisfacen mediante los recursos que la creación ha puesto a su disposición. Lo esencial es aprender a cuidar las relaciones interpersonales, en las que Dios está inmerso también en sábado, todos los días. Como seguidores de Jesús, aprendemos en la escuela de la misericordia que, aunque el desarrollo pleno de la personalidad del ser humano exige una norma ética, su existencia se desarrolla más allá de los modos culturales como pueden ser la ideología, la política, las costumbres y las legislaciones. Ella requiere un ámbito que debemos asumir desde un sitio concreto, desde un aquí y ahora condicionado, aunque abierto y necesitado, más aún rescatado de la superficialidad por el señorío del Hijo del hombre sobre el sábado.

PARA REFLEXIONAR: ¿Cómo defender la sacralidad del sábado sin perjudicar a los hijos de Dios, sin perder de vista que Jesús es señor de él, y sin olvidar que es santificado cuando está al servicio del ser humano? ¿Qué concepciones erróneas debemos superar para darle toda brillantez al sábado de Dios?

ORACIÓN FINAL: Padre, que tu Espíritu Santo nos enseñe a discernir con claridad que el Hijo del hombre también es señor del sábado. Que la escucha de la Palabra sea en la escuela de la misericordia. Que la grandeza, dignidad y sacralidad del ser humano, salido de tus manos nos anime a luchar contra todo fundamentalismo. Amén.

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