PAN DE PALABRA SÁBADO, NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ
PRIMERA LECTURA. De la Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-6.11-12
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 112 – R/. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
- Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R/.
- De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R/.
- ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R/.
- Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo. R/.
EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: “Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron”. Pero Él repuso: “Mejor, dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”. Palabra del Señor.
PARA MEDITAR: Confesar y testimoniar a Cristo con valentía es una lección del evangelio de hoy. “Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo”. En justa correspondencia, Jesús avalará ante Dios a quien lo confiese ante el mundo como Señor de la historia y de la vida humana.
Entre los múltiples miedos que nos invaden y atenazan, uno de ellos es el miedo religioso. Hoy día abundan los cristianos vergonzantes y miedosos. Frente a un ambiente social poco favorable a la fe cristiana y, a veces, hostil a la misma, una de las tentaciones más frecuentes del creyente actual es el miedo que se disfraza de silencio cauteloso e inhibición, cuando no de disimulo del credo religioso en sus relaciones de amistad y en su vida laboral y cívica. Con el miedo en los talones no se puede servir a Dios ni confesar y testimoniar a Cristo.
La entereza o el miedo del creyente se ponen a prueba y en evidencia ante los criterios en boga sobre el amor y la familia, el sexo y la pareja, el matrimonio y el divorcio, la vida y el aborto, la educación y la libertad religiosa, el dinero y la honestidad profesional, la fe y el compromiso cívico y político, la justicia y los derechos humanos, la ética religiosa y la amoralidad pseudoprogresista que tacha de arcaicos a los principios de la moral cristiana.
PARA REFLEXIONAR: ¿Qué elementos de la vocación de Isaías pueden iluminar y motivar nuestra respuesta a la vocación cristiana recibida en el bautismo?
ORACIÓN FINAL: Señor, haznos fuertes ante la presión ambiental, para que no claudiquemos en nuestras convicciones. Danos valentía para ser testigos de tu Reino y amor para acompañar a nuestros hermanos en la difícil conquista del sentido de la vida. Amén