Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA JUL 07 DE 2022

PAN DE PALABRA JUEVES.

 

PRIMERA LECTURA. De la profecía de Oseas 11, 1-4.8c-9

Así dice el Señor: “Cuando Israel era niño, lo amé, desde Egipto llamé a mi hijo. Cuando lo llamaba, él se alejaba, sacrificaba a los Baales, ofrecía incienso a los ídolos. Yo enseñé a andar a Efraín, lo alzaba en brazos; y él no comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer. Se me revuelve el corazón, se me conmueven las entrañas. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 79  –  R/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve.

  • Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece; despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
  • Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó, y que tú hiciste vigorosa. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: “Vayan y proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, echen demonios. Lo que han recibido gratis, denlo gratis. No lleven en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entren en un pueblo o aldea, averigüen quién hay allí de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar en una casa saluden; si la casa se lo merece, la paz que le desean vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a ustedes. Si alguno no los recibe o no los escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudan el polvo de los pies. Les aseguro que en el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo”. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: El único equipaje del apóstol, según Jesús, debe ser su palabra y su pobreza. Todo lo demás le sobra, incluso le estorba en el camino del Reino. El apóstol no necesita seguros de ninguna clase, porque “el obrero merece su sustento”. El que sirve al Evangelio tiene derecho a vivir de ese servicio, gracias a la respuesta generosa de los evangelizados, viene a decir Jesús, que está remitiéndose a la proverbial hospitalidad semita. Pero san Pablo renunciaba gustoso a ese derecho apostólico y se ganaba la vida con el trabajo de sus manos, sin dejar por ello de anunciar la Palabra. Sabía muy bien de quién se había fiado.

 

Carta magna del apostolado. El discurso misionero es la carta magna del apostolado, válida para todo tiempo. Sus raíces bíblicas conectan con el Antiguo Testamento, en el que la misión del pueblo de Israel era ser luz de las naciones, como repitieron los profetas de signo más aperturista. En la plenitud de los tiempos mesiánicos los pueblos vendrían al monte santo de Sion en Jerusalén, convertidos y atraídos por la gloria del Señor, para cantar su alabanza.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Somos plenamente conscientes de la magnitud del amor de Dios por nosotros? ¿Cómo cultivamos en nuestra experiencia de fe, la certeza de su misericordia entrañable?

 

ORACIÓN FINAL: Libéranos Señor, de tanto bagaje inútil que entorpece en el anuncio del Reino, para que no apaguemos el espíritu de la misión. Amén

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