Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA JUL 02 DE 2022

PAN DE PALABRA SÁBADO.

 

PRIMERA LECTURA. Del libro de Amós 9, 11-15

Así dice el Señor: “Aquel día, levantaré la tienda caída de David, taparé sus brechas, levantaré sus ruinas como en otros tiempos. Para que posean las primicias de Edom, y de todas las naciones, donde se invocó mi nombre, oráculo del Señor. Miren que llegan días –oráculo del Señor– en que el que ara sigue de cerca al segador; el que pisa las uvas, al sembrador; los montes manarán vino, y todos los collados se derretirán. Haré volver los cautivos de Israel, edificarán ciudades destruidas y las habitarán, plantarán viñas y beberán de su vino, cultivarán huertos y comerán de sus frutos. Los plantaré en su campo, y no serán arrancados del campo que yo les di, dice el Señor, tu Dios”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 84  –  R/. Dios anuncia la paz a su pueblo.

  • Voy a escuchar lo que dice el Señor: “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón”. R/.
  • La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R/.
  • El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante Él, la salvación seguirá sus pasos. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17

En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?”. Jesús les dijo: “¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño nuevo a un vestido viejo; porque la pieza tira del vestido y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan”. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR. El texto evangélico de hoy comprende la respuesta de Jesús a una observación sobre el ayuno y dos breves parábolas para esclarecer esta respuesta. Según Mateo, son los discípulos de Juan el Bautista quienes introducen el tema, preguntando a Jesús: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?”. Los otros evangelistas no identifican a los autores de la pregunta. La ley mosaica no prescribía más ayuno que el día anual de la Expiación, pero los fariseos piadosos ayunaban dos veces por semana (lunes y jueves), privándose de alimento hasta la puesta del sol; lo mismo los discípulos de Juan. Tal práctica ascética se vinculaba a la espera del Mesías, de la que los discípulos de Jesús parecían desentenderse por completo. Cristo da la razón: ¿Es que pueden guardar luto los amigos del novio mientras este está con ellos? Comparar la venida del Mesías y del Reino con una fiesta y banquete de bodas tenía profunda raigambre bíblica.

 

Los discípulos de Jesús no necesitan ayunar, manifestando insatisfacción por el tiempo presente, pues el Mesías está con ellos. La tristeza aflictiva del ayuno no encaja con la alegría del Reino y de los tiempos mesiánicos inaugurados en la persona de Cristo. Esta su alusión al novio, al Mesías, enlaza con las palabras que pronunció el Bautista delante de sus propios discípulos, refiriéndose a Jesús: “Yo no soy el Mesías… Pero el amigo del novio se alegra con su voz. Pues esta alegría mía está colmada; Él tiene que crecer y yo tengo que menguar”.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Nos aferramos a tradiciones o normas anquilosadas, que terminan esclavizándonos en lugar de facilitar nuestra felicidad?

 

ORACIÓN FINAL: Señor, que el vino nuevo de tu Espíritu, fermento del Reino, haga reventar nuestros odres envejecidos, para que podamos asimilar la novedad del Evangelio. Amén.

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