Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA FEB 28 DE 2023

PAN DE PALABRA MARTES

 

PRIMERA LECTURA. Del libro de Isaías 55, 10-11

Esto dice el Señor: “Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 33  –  R.  Dios libra a los justos de sus angustias.

  • Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R/.
  • Contémplenlo, y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. El afligido invocó al Señor, Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
  • Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. R/.
  • Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 6, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando recen, no usen muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No sean como ellos, pues su Padre sabe lo que les hace falta antes de que lo pidan. Ustedes oren así: ‘Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal’. Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, también a ustedes los perdonará su Padre celestial, pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre perdonará sus ofensas”. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR. Uno de los mejores propósitos que podríamos tomar en esta Cuaresma, siguiendo la línea que nos ha presentado Isaías, sería el de abrirnos más a la Palabra de Dios que baja sobre nosotros. Es la primera actitud de un cristiano: ponernos a la escucha de Dios, atender a su Palabra, admitirla en nuestra vida, “comerla”, “comulgar” con esa Palabra que es Cristo mismo, en la “primera mesa” que se nos ofrece en cada Eucaristía.

 

Ojalá a esa palabra que nos dirige Dios le dejemos producir en nuestro campo todo el fruto: no sólo el treinta o el sesenta, sino el ciento por ciento. Como en el principio del mundo “dijo y fue hecho”; como en la Pascua, que es el comienzo de la nueva humanidad, el Espíritu de Dios resucitó a Jesús a una nueva existencia, así quiere hacer otro tanto con nosotros en este año concreto.

 

Sería bueno que estos días leyéramos, como lectura espiritual o de meditación, la parte IV del Catecismo de la Iglesia Católica: qué representa la oración en la vida de un creyente, cómo oró Jesús, cómo rezó la Virgen María y, sobre todo, el sabroso comentario al Padrenuestro.

 

Doble programa para la Cuaresma, imitando a Cristo en los cuarenta días del desierto: escuchar más la Palabra que Dios nos dirige y elevarle nosotros con más sentido filial nuestra palabra de oración. Para que nuestra oración supere la rutina y el verbalismo, y sea en verdad un encuentro sencillo pero profundo con ese Dios que siempre está cercano, que es Padre, que siempre quiere nuestro bien y está dispuesto a darnos su Espíritu, el resumen de todos los bienes que podemos desear y pedir.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Qué sentido tiene la oración y la Palabra de Dios, especialmente en este tiempo de gracia como es la Cuaresma?

 

ORACIÓN FINAL: Señor, tú que nos enseñaste a orar al Padre con la confianza de hijos, permite que el fruto de nuestra oración se demuestre en actitudes de perdón y amor. Amén.

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