Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA FEB 22 DE 2023

PAN DE PALABRA MIERCOLES, MIÉRCOLES DE CENIZA.

 

PRIMERA LECTURA, De la profecía de Joel 2, 12-18

Ahora –oráculo del Señor–, conviértanse a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y lamentos; rasguen sus corazones, no sus vestidos, y conviértanse al Señor su Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del castigo. ¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición, ofrenda y libación para el Señor, su Dios! Toquen la trompeta en Sion, proclamen un ayuno santo, convoquen a la asamblea, reúnan a la gente, santifiquen a la comunidad, llamen a los ancianos; congreguen a los muchachos y a los niños de pecho; salga el esposo de la alcoba y la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan: “Ten compasión de tu pueblo, Señor; no entregues tu heredad al oprobio ni a las burlas de los pueblos”. ¿Por qué van a decir las gentes: “Dónde está su Dios”? Entonces se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 50  –  R.  Misericordia, Señor, hemos pecado.

  • Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.
  • Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad en tu presencia. R/.
  • Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. No me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/.
  • Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. R/.

 

SEGUNDA LECTURA De la Segunda carta de san Pablo a los Corintios 5, 20–6, 2

Hermanos: Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él. Y como cooperadores suyos, los exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: “En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé”. Pues miren: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación. Palabra de Dios.

 

EVANGELIO. Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuiden de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendrán recompensa de su Padre celestial. Por tanto, cuando haga limosna, no mande tocar la trompeta ante usted, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Usted, en cambio, cuando haga limosna, que no sepa su mano izquierda lo que hace su derecha; así su limosna quedará en secreto y su Padre, que ve en lo secreto, le recompensará. Cuando oren, no seán como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Usted, en cambio, cuando ore, entre en su cuarto, cierre la puerta y ore a su Padre, que está en lo secreto, y su Padre, que ve en lo secreto, le recompensará. Cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad les digo que ya han recibido su paga.

Usted, en cambio, cuando ayune, perfúmese la cabeza y lávese la cara, para que su ayuno lo note, no los hombres, sino su Padre, que está en lo escondido; y su Padre, que ve en lo escondido, le recompensará». Palabra del Señor

 

PARA MEDITAR: Como en tiempos de Joel, suena la trompeta convocando a ayuno y conversión. Muchos cristianos están asustados de la situación presente: la gran sequía de fe y de vocaciones, y las plagas peores que las langostas que arrasan valores humanos y cristianos. ¿Tiene futuro todo esto? La Cuaresma nos viene a responder que sí.

 

Por eso somos invitados a emprender un camino pascual, un camino que incluye la cruz y la renuncia, y por tanto será incómodo. Somos invitados a reconocer que algo no va bien en nosotros mismos, además de en la sociedad o en la Iglesia, y a cambiar, a dar un viraje, a convertirnos.

 

El gesto penitencial de la ceniza que hacemos hoy, después de la homilía, nos recuerda, por una parte, que somos polvo y al polvo volveremos, cosa que nos hace bien recordar.

 

La apremiante exhortación de Pablo a los cristianos de Corinto se repite hoy para nosotros a través de la Iglesia, cuyo ministerio principal es el de la reconciliación: tenemos que saber aprovechar la mano tendida de Dios, la reconciliación que nos ofrece en este tiempo de gracia que es la Cuaresma y la Pascua.

 

Será bueno que desde ahora pensemos en el sacramento que más explícitamente nos comunica la victoria y el perdón de Cristo: la Reconciliación o Penitencia. “Confesar y comulgar por Pascua” sigue teniendo un sentido pleno: es como mejor nos sumamos e incorporamos los cristianos a la Pascua de Cristo.

 

Con respecto al prójimo, una caridad y una apertura que no busca ostentación, sino que se basa en un amor verdadero y desinteresado. En relación con Dios, una oración que no se conforma con palabras y gestos exteriores, sino que brota del corazón. Y con respecto a nosotros mismos, un ayuno que es autocontrol, capacidad de renuncia de valores secundarios en favor de los principales.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Con qué actitudes quiero iniciar este camino cuaresmal de conversión? ¿En verdad deseo reconciliarme con Dios, con mi prójimo y conmigo mismo?

 

ORACIÓN FINAL: Padre de infinita misericordia: que tu gracia renueve y transforme mi ser, llevándome a la comunión contigo y con mis semejantes. Amén.

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