Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA ENE 08 DE 2023

 

PAN DE PALABRA DOMINGO, EPIFANÍA DEL SEÑOR.

 

PRIMERA LECTURA. Del libro de Isaías 60, 1-6

¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor y su gloria se verá sobre ti. Caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos esos se han reunido, vienen hacia ti; llegan tus hijos desde lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás y estarás radiante; tu corazón se asombrará, se ensanchará, porque la opulencia del mar se vuelca sobre ti, y a ti llegan las riquezas de los pueblos. Te cubrirá una multitud de camellos, dromedarios de Madián y de Efá. Todos los de Saba llegan trayendo oro e incienso, y proclaman las alabanzas del Señor. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 71  –  R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

  • Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/.
  • En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R/.
  • Los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; póstrense ante Él todos los reyes, y sírvanle todos los pueblos. R/.
  • Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; Él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R/.

 

SEGUNDA LECTURA. De la Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 2-3a.5-6

Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor de ustedes, los gentiles. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo, y partícipes de la misma promesa en Jesucristo, por el Evangelio. Palabra de Dios

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 2, 1-12

Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”. Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les pregunto dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel’”. Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: “Vayan y averigüen cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encuentren, avísenme, para ir yo también a adorarlo”. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: La Epifanía es la fiesta de la manifestación gloriosa del Hijo de Dios encarnado a todos los pueblos de la tierra, representados en los sabios que vinieron de Oriente, guiados por una estrella, y se postraron a sus pies para adorarlo y regalarle dones espléndidos. Los reyes magos, de los que tanto hablamos en estos días, no son simples figuras decorativas en nuestros pesebres o en las vitrinas de los centros comerciales. Esos magos que la piedad cristiana convirtió en reyes, siguiendo el texto de Isaías, nos representan a nosotros, los paganos, los hombres y mujeres de buena voluntad que buscamos en Dios el sentido definitivo de nuestras vidas y de nuestra historia. La estrella que los guio desde Oriente no es más que la representación simbólica de nuestra búsqueda de respuesta a tantas preguntas vitales que nos hacemos: ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Para dónde vamos?

 

En una época que pretende universalizar todo, el mundo se convierte en una “aldea global”, sin fronteras ni distancias. A pesar de esto, vivimos divididos, enfrentados por defender intereses egoístas, olvidando el mensaje de Dios; como dirá Isaías, sin luz, y envueltos en las tinieblas. Pero Dios, afirma Pablo, nunca abandona a quienes, dejándose alcanzar por su gracia, se ponen en camino para buscar a Jesús, y unidos a Él proclamar el bien y la salvación.

 

Los sabios ofrecen al Niño lo mejor que tienen: oro, incienso y mirra. Nosotros, ¿qué podemos ofrecer a Dios? Lo que somos y tenemos, saliendo al encuentro de los necesitados, donde mejor se manifiesta el rostro de Dios. Aunque a veces, como Herodes, por defender a capa y espada los privilegios e intereses, cerramos el corazón a la solidaridad, sin preocuparnos del sufrimiento ajeno. La Epifanía nos abre a la esperanza de Dios, al compromiso solidario, a la auténtica conversión. Si esto es así, Dios no se habrá manifestado en vano.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Nuestra vida expresa, en los gestos y actitudes, que hemos sido iluminados por la luz de Jesucristo?

 

ORACIÓN FINAL: Padre misericordioso, que también nosotros podamos reconocer la estrella que tú enciendes, como signo de tu amor en nuestro camino; que la sigamos sin cansarnos, con insistencia, con el compromiso de nuestra vida. Amén.

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