Niño Jesús de Praga, Palabra del día

PAN DE LA PALABRA DIC 20 DE 2024

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PAN DE PALABRA VIERNES

 

PRIMERA LECTURA. Del libro de Isaías 7, 10-14

En aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo: “Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo”. Respondió Ajaz: “No lo pido, no quiero tentar al Señor”. Entonces dijo Isaías: “Escucha, casa de David: ¿no les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, les dará un signo. Miren: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel”. Palabra de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 23 – R. Va a entrar el Señor; Él es el Rey de la gloria.

  • Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: Él la fundó sobre los mares, Él la afianzó sobre los ríos. R/.
  • ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.
  • Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.

 

EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38

En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, su reino no tendrá fin”. Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, pues no conozco varón?”. El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, ‘porque para Dios nada hay imposible’”. María contestó: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el ángel se retiró. Palabra del Señor.

 

PARA MEDITAR: El Adviento nos ubica en medio de una historia bastante compleja tanto para el tiempo de Isaías, como para el de Jesús, pero nos anima con su promesa mesiánica y la esperanza de su cumplimiento centrando y concentrando cada vez más en nuestros sentidos, en la dimensión encarnada del cumplimiento, la cual se divisa y adivina en signos (un hijo), en significados, en gestos, en anhelos de unidad y plenitud que hacen del misterio encarnado un signo, una exigencia creciente que nos impulsa a salir con prontitud al encuentro del Mesías que se está gestando, pues tenemos ante los ojos un vientre en incesante crecimiento, que convierte toda situación de insatisfacción en esperanza de plenitud y de satisfacción. La promesa (concebirás un hijo) y su efectivo cumplimiento son la gran e inaudita posibilidad que proclama que nuestra existencia no es solo obstinación humana ni de la naturaleza, puesto que la paternidad y la maternidad no se agotan en la sola generación de un hijo, sino que son el medio a través del cual Dios demuestra que sigue estando del lado de su pueblo.

 

PARA REFLEXIONAR: ¿Qué signos evidencian que, en medio de una historia tan convulsa como antes, Dios está de parte de su pueblo, cumpliendo sus promesas y encarnándose en la realidad humana? ¿Cómo anunciar que el tiempo de la revelación del Dios-con-nosotros está próximo?

 

ORACIÓN FINAL: Padre, que tu Espíritu Santo nos conceda alegrarnos ante el anuncio de que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, de que Dios se anuncia y se hace cercano en un vientre redondeado que contiene al Dios-con-nosotros, a Jesús, tu Hijo, que viene a salvarnos de toda esclavitud. Amén.

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