PAN DE PALABRA DOMINGO
PRIMERA LECTURA. De la profecía de Jeremías 20, 10-13
Dijo Jeremías: “Oía la acusación de la gente: ‘Pavor-en-torno, delátenlo, vamos a delatarlo’. Mis amigos acechaban mi traspié: ‘A ver si, engañado, lo sometemos y podemos vengarnos de él’. Pero el Señor es mi fuerte defensor: me persiguen, pero tropiezan impotentes. Acabarán avergonzados de su fracaso, con sonrojo eterno que no se olvidará. Señor del universo, que examinas al honrado y sondeas las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos, pues te he encomendado mi causa! Canten al Señor, alaben al Señor, que libera la vida del pobre de las manos de gente perversa”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 68 – R. Señor, que me escuche tu gran bondad.
- Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre. Porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R/.
- Pero mi oración se dirige a ti, Señor, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión, vuélvete hacia mí. R/.
- Mírenlo, los humildes, y alégrense; busquen al Señor, y revivirá su corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas. R/.
SEGUNDA LECTURA. De la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12-15
Hermanos: Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron… Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley. Pese a todo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que tenía que venir. Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos. Palabra de Dios.
EVANGELIO. Del santo Evangelio según san Mateo 10, 26-33
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “No tengan miedo a los hombres, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse. Lo que les digo en la oscuridad, díganlo a la luz, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde la azotea. No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; teman al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la ‘gehenna’. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga su Padre. Pues ustedes hasta los cabellos de la cabeza tienen contados. Por eso, no tengan miedo: valen más ustedes que muchos gorriones. A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos”. Palabra del Señor.
PARA MEDITAR: Tres veces, es el pasaje del evangelio de hoy, nos repite Jesús su invitación: “No tengan miedo”. Parece como el desarrollo de la última de las bienaventuranzas: bienaventurados si los persiguen. Jesús nos anunció varias veces, por una parte, que íbamos a tener dificultades. Los discípulos no pueden tener mejor suerte que el Maestro: ser creyentes fieles en medio de este mundo les va a traer dificultades. Pero, por otra, nos invita a la confianza, por diversos motivos: a) lo escondido no quedará así, sino que lo llegarán a saber todos: el tiempo dará la razón a los que la tienen; b) todos estamos en las manos de Dios: si él lleva cuenta hasta de los cabellos de nuestra cabeza y de los gorriones del campo, cuánto más no cuidará de nosotros, que somos sus hijos; c) los que persiguen a los discípulos de Jesús podrán matar el cuerpo, pero no el alma; si los cristianos están convencidos de lo que creen y lo que anuncian, los podrán meter en la cárcel, pero nadie les podrá arrebatar la libertad interior; d) el mismo Jesús, ante su Padre, dará testimonio de nosotros si nosotros le hemos sido fieles.
El mejor ejemplo no lo, tenemos ni en Jeremías ni en Pablo, sino en el mismo Jesús, objeto de contradicciones, que acabó en la cruz, pero nunca cedió, no se desanimó y siguió haciendo oír su voz profética, anunciando y denunciando, a pesar de que sabía las consecuencias que eso iba a traerle.
PARA REFLEXIONAR: ¿Cómo empleamos nuestras fuerzas y talentos para trabajar en la construcción del Reino de Dios?
ORACIÓN FINAL: Señor, que conoces nuestros temores y nuestra debilidad, fortalece nuestra fe y no permitas que nos alejemos de ti en las dificultades. Muéstranos tu rostro, que es el de un Padre bueno que cuida a sus hijos. Amén.